Futura Networks, la empresa organizadora de la Campus Party solicitó acogerse al concurso de acreedores el pasado 15 de diciembre con una deuda de casi 9 millones de euros. Ahora el empresario italiano Carlo Cozza posee la marca y los derechos del evento tras comprarlos por 3 millones de euros.
Se atribuye gran parte del problema a la crisis económica y al cese de subvenciones, pero también fue determinante la llegada de la banda ancha a los hogares, lo que eliminó uno de los grandes atractivos del evento. A partir de entonces los responsables decidieron orientar la oferta hacia las conferencias tecnológicas, sin obtener el resultado esperado. También fracasó el intento de búsqueda de nuevas sedes como Madrid y Barcelona.
Futura Networks deja 120 acreedores formados tanto por individuos como por entidades, con un total de 8.957.343,68 euros de deuda. Algunos de los acreedoras más importantes son los siguientes:
- Telefónica con 1.457.833 euros
- Bankia con 1.127.587 euros
- Hacienda con 674.959 euros
- Seguridad Social con 109.513 euros
Además, se han descubierto varias empresas intermediarias de la Campus Party en Irlanda, un país que suele utilizarse como paraíso fiscal para evadir impuestos.
Sería una lástima que un evento que ha hecho disfrutar a tantos aficionados a la tecnología como el que escribe, termine sus días de una manera tan triste. Solo queda esperar a que el nuevo dueño sea capaz de construir un futuro para la Campus Party.
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