¿Es la tecnología una amenaza para el trabajo de los humanos?

Cada vez es más común encontrar noticias relacionadas con la creación de sistemas automatizados que sustituyen tareas hasta ahora reservadas a los seres humanos. Un claro ejemplo es Amazon Go, un supermercado sin cajeros en el que se controla cada compra mediante una serie de cámaras y sensores imperceptibles para el cliente. Otro ejemplo similar es el sistema de cobro y embolsado automático de la compra que ha diseñado Panasonic. Otras empresas como Google, Facebook o Microsoft están realizando importantes inversiones en el ámbito de la inteligencia artificial, porque saben que será una pieza clave para el futuro.

Los citados son ejemplos de cómo la robótica y la inteligencia artificial avanzan a pasos agigantados y ya son capaces de sustituir a los seres humanos en tareas cada vez más complejas a bajo coste. Según la revista tecnológica Wired, el 70% de los trabajos actuales desaparecerán a finales de siglo, pero no hace falta ir tan lejos: en 2025 las máquinas ya realizarán muchos de nuestros trabajos.

Imagen de robots industriales en una fábrica de automóviles

Nos encontramos probablemente ante la siguiente gran revolución tecnológica y puede llegar a tener un impacto mayor que las anteriores. Así es como lo cree Tom Standage, director de la edición digital de The Economist: "Las anteriores revoluciones tecnológicas fueron mucho más lentas, así que la gente tuvo más tiempo para adaptarse y moverse de un tipo de trabajo no cualificado a otro. Pero los robots y la IA amenazan a trabajos cualificados. La brecha adquisitiva entre los trabajadores cualificados cuyo trabajo no pueda ser automatizado y el resto se agrandará. Y eso es una receta para la inestabilidad".

Profesiones en peligro de extinción

Las profesiones que antes notarán los efectos del avance tecnológico serán las de más baja cualificación; cuanto más repetitivo sea un trabajo, más fácil es crear un algoritmo para programar una máquina. Por contra, se cree que los más resistentes serán los trabajos creativos, aunque tampoco significa que perduren para siempre.

Veamos algunos ejemplos de profesiones en peligro:

• Taxistas y transportistas, y en general todo tipo de conductores de vehículos. La conducción autónoma ha avanzado mucho en los últimos años y Amazon ya ha efectuado su primer reparto con un dron. No es de extrañar que en los próximos meses otras empresas hagan lo mismo.
• Cajeros de supermercados. Ya existen varios sistemas que sustituyen parte o la totalidad de los cajeros de los supermercados, como Amazon Go o el sistema de cobro y embolsado de Panasonic.
• Empleados de restaurantes de comida rápida. Según declaró Ed Rensi, antiguo CEO de McDonalds: "Es más barato comprar un brazo robótico de 35.000 dólares que contratar a un empleado que no es eficiente pagándole 15 dólares a la hora embolsando patatas fritas".
• Operarios de fábricas. La nueva fábrica de Tesla prescindirá de trabajadores humanos y en palabras de Elon Musk: "No se puede tener a la gente en línea de producción, de lo contrario, la velocidad de dicha producción se verá reducida a la velocidad humana".
• Traductores. Los traductores digitales son cada vez más precisos gracias a los avances en inteligencia artificial que los acercan cada vez más a la capacidad humana.

Imagen de un dron de reparto de Amazon

¿Cuándo ocurrirá?

El cambio podría estar más cerca de lo que parece. Federico Pistono apoya dicha teoría con la idea del crecimiento exponencial: "Para poder entender esto hay que entender la función exponencial. Al principio parece que no pasa nada porque se duplican cantidades muy pequeñas, pero en cuanto llegas al momento crítico es cuando se produce la explosión. Te puedo poner el ejemplo de un vaso, quiero llenarlo y pongo unas bacterias y les doy alimento. Cada minuto duplican su número y en 60 minutos han llenado el vaso. Tras 55 minutos ¿Qué porcentaje del vaso está lleno ¿casi hasta arriba? No. Solo un 3 % del vaso. Porque en esos últimos cinco minutos se ha duplicado seis veces... 3-6-12-25... en 5 minutos pasas del 3 % al 100 %."

Con este planteamiento, la situación nos podría coger desprevenidos. ¿Qué pasará entonces con todas las personas que pierdan su trabajo inesperadamente?. Los más optimistas no piensan en una pérdida de trabajo sino en una sustitución: los trabajos de baja cualificación serán sustituidos por otros más técnicos, como el mantenimiento de la maquinaria por ejemplo. Otra parte, más pesimista, asegura que la pérdida de puestos de trabajo creará desigualdad económica y precariedad de empleo y sólo se podrá afrontar con medidas como la renta básica (una paga mensual para todos) y un replanteamiento del sistema educativo.

Imagen de un restaurante McDonald's con terminales táctiles para realizar pedidos

Conclusión

El miedo a que las máquinas acaben con el trabajo de los seres humanos no es algo nuevo. Ya sucedió con la revolución industrial y muchos se opusieron al cambio, pero al final el avance de la tecnología acaba por imponerse. Es mejor no tener miedo y aceptar que unos trabajos se destruirán y otros nuevos llegarán. Como dice Vint Cerf, uno de los padres de Internet: "Históricamente, la tecnología ha creado más trabajos de los que ha destruido y no hay razón para pensar que esta vez no va a ocurrir lo mismo".